El Volkswagen Multivan T3 es sin duda uno de los vehículos más versátiles de la historia. Hoy celebramos su 35 aniversario dándole un repaso a su historia y a las razones que la auparon al éxito.
El Volkswagen Multivan T3 hizo su primera aparición en el Salón Internacional del Automóvil (IAA) de 1985. La idea se demostró que era genial: un crossover que combinaba lo mejor de tres mundos: el manejo y las dimensiones de un vehículo de pasajeros, un gran espacio interior y la versatilidad de una caravana compacta.
Su origen se encontraba en el Volkswagen T3, un modelo que podía adquirirse en un gran abanico de modelos especiales: vehículo comercial, minibús, etc.
Basándose en ella, el Multivan T3 fue uno de los primeros vehículos monovolúmenes pensados para compatibilizar la vida diaria de la familia con un enorme espacio que lo hacían ideal para cualquier viaje o para utilizarla en actividades de ocio. Su enorme versatilidad lo convirtió en la elección de muchas familias y deportistas de actividades al aire libre, como los surfistas.
Pionero de la camperización
El Volkswagen Multivan T3 ofrecía espacio para hasta 6 personas, cómodos asientos regulables y una banqueta para tres personas que se convertía fácilmente en un sofá o una cama de matrimonio, además de una mesa abatible y una nevera portátil.
Además, el Multivan T3 introdujo a muchos en el mundo de la camperización. Con este objetivo, Volkswagen Vehículos Comerciales puso a disposición de sus clientes una amplia gama de accesorios modulares llamada Mosaic Joker que permitía equipar al T3 con componentes propios de una caravana, como armarios y una cama plegable.
Una gran familia
Las múltiples ediciones especiales tuvieron un gran éxito a lo largo de los años. Dos ejemplos especialmente recordados son los llamativos faros gemelos del Magnum o el grueso parachoques del Caravelle Carat.
En 1985 se presentó la primera versión Syncro, con tracción a las cuatro ruedas y equipada opcionalmente con neumáticos de 16 pulgadas que la elevaban más respecto del suelo.
En 1989 aparecieron los Bluestar y Whitestar, que incorporaban al equipamiento la suspensión deportiva y llantas de aleación con neumáticos anchos.
En 1990 cesó la producción del T3, y no fue hasta dos años más tarde que empezó a fabricarse el Multivan T4.
Como despedida, Volkswagen Vehículos Comerciales sorprendió a los fans con una última edición especial llamada LLE (Limited Last Edition). De este modelo se fabricaron tan solo 2.500 unidades que se vendieron al instante. La última unidad de la serie se halla ahora en el museo Volkswagen de Wolfsburgo.